Una de piratas y fantasmas

Luego de un ultra secretísimo rescate de la Princesa y el collar de perlas, que se encontraba en una peligrosísima Isla, mediante lo cual volvió la paz al Reinado, el Primer Ministro descubre que el collar es falso. Con él debían saldar las deudas de Estado, razón por la cual debía ahora encarar una nueva visita a la muy peligrosa gruta de la mencionada isla, aventura que nadie se animaría a llevar a cabo.
El Primer Ministro sin revelarle el verdadero motivo, decide convencer al flamante Príncipe, que sea él quien vaya, aduciendo su falta de preparación, quien acepta el desafío. Pero numerosos tropiezos encontrará en el camino, y sobresaltos por demás sorpresivos y delirantes, que irá salvando a fuerza de imaginación y empeño. Puentes colgantes, animales sueltos, piratas y hasta fantasmas se cruzarán en su camino. Pero nada lo detendrá. Así llegará hasta el cofre del verdadero tesoro. Pero allí se despierta de la pesadilla que había tenido, en donde había soñado toda esta malograda situación, para tomar conciencia que más allá del valor de lo material, pudo descubrir lo esencial de la vida. El valor de lo espiritual, de la sabiduría y el corazón.
Con las palabras finales del Rey en su canción se reafirma este concepto que da motivo y sentido a esta aventura imaginaria por el mundo de la fantasía y la ilusión.

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