Un Chéjov

Cortocinesis hizo parte de la convocatoria Mirada Paralela de La Maldita Vanidad en la que cuatro compañías de artes escénicas se citaron para elaborar nuevas formas de poner en escena a Antón Chéjov. Para Cortocinesis el reto implicó el desafío de convertir la dramaturgia de uno de los autores más importantes del realismo ruso en una pieza de danza contemporánea. El resultado es Un Chéjov, basada en el monólogo Sobre el daño que hace el tabaco.

Cortocinesis explora a través de sus obras la relación entre el espacio escenográfico, la palabra y el movimiento. En este caso la directora, Ángela Bello, encontró en el monólogo de Chéjov la sugerencia a “un estado del cuerpo” determinado; impulsos y silencios que les permitieron recoger esas sugerencias físicas para entrar en la intimidad del personaje. Bello identificó a un ser atormentado y sumergido en un estado angustiante a causa de la abstención, pues ha sido obligado a renunciar al tabaco.

Al comienzo de la pieza, el público se encuentra con el personaje de Chéjov que representa el texto original. Pero muy pronto se rompe el esquema dramático del monólogo para incorporar una danza sobre la lucha interna del personaje, cuya unidad se fragmentará en tres. A partir de ese momento el espectador es invitado a recorrer diferentes espacios de la casa en donde se encuentra con varias escenografías y distintas versiones del protagonista que, en un intento desesperado por expresarse desplaza el texto (aunque no lo elimina) y lo transforma en una coreografía que lucha por sostener una unidad que cada vez les resulta menos reconocible.

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