Puente roto

PUENTE ROTO

Sainete nacional metafísico

PUENTE ROTO

Sainete Nacional Metafísico

MARCADOSGabriel Di Meglio

Doctor en HistoriaAutor del libro "Manuel Dorrego, vida y muerte de un líder popular"Dorrego y Lavalle, pareja trágica que vuelve a reunirse en un rincón argentino.Lavalle despacha a Dorrego, para fusilar los sueños populares.La voz del muerto pide paz, que no se derrame sangre en su nombre.Pero no, las Furias persiguen a Lavalle, su desgracia está en el aire y el destino fatal se consume en la retirada de Buenos Aires a Jujuy.El asesino muere asesinado.Y los espectros vagan en pena por los confines de la Patria.

Jorge Dubatti Doctor en Historia y Teoría de las ArtesEn el contexto contemporáneo de una familia jujeña de sainete negro, se manifiestan onírica, hierofánicamente las tramas de la historia: el fusilamiento de Dorrego (como castigo a toda iniciativa a favor del campo popular, según el director), la muerte de Lavalle (brazo armado de aquel fusilamiento), los muertos que regresan...La escena teatral se transforma en el espacio de frontera con lo numinoso metafísico. La historia de la pesadilla que ilumina la existencia presente. ¿Pero quién sueña? ¿El doctorcito Esteban, atraído en el remolino por el vórtice de la historia? ¿O el que sueña Puente Roto es el espectador? Ya señaló Borges que el mejor teatro se parece al sueño, porque así como el mismo soñante es en su sueño personaje, dramaturgo, director, escenógrafo, etc., en el mejor teatro el espectador siente que todo lo que pasa en escena, es la misteriosa proyección de sí mismo...

Síntesis argumental

Andrés MangoneDirector de la obra2018. Esteban, el doctorcito porteño, de visita en Jujuy, es abducido por una familia desquiciada por las convulsiones de la patria. Reclutado por la fuerza de la casa, deambula sonámbulo en la línea de fuegoentre unitarios y federales, expuesto a las resonancias de un disparo que aún nos constituye: el que fusiló a DorregoAfuera, el puente de madera se partió en dos, sin motivo aparente.No es posible volver a Buenos Aires.La zona es rara...¡A chupar se ha dicho!