Textos Balbuceantes

Textos Balbuceantes son relatos breves , monólogos y diálogos que reflejan historias de fracaso, desamparo, intentos de entender algo en medio de la incertidumbre más tremenda , deseos de explicarse , sin reparos y aunque más no sea con un decir entrecortado, el sentido y las sensaciones de los momentos de tormento, misterio y horror.

Tartamudeces , aullidos, carcajadas y musitaciones sobre borrosos recuerdos, " imágenes sueltas que buscan composición" se advierte en el primer relato.. Musicalidad de voces , coreografía de cuerpos que buscan sentido.
Dijo Jorge Dubatti en su prólogo de 1999: "Estos nueve "relatos breves", que recoge la edición de "Textos Balbuceantes", responden a la nueva concepción teatral en la que trabaja actualmente Eduardo Pavlovsky. Han sido escritos en los últimos años de su trayectoria. El más antiguo, Pacto, data de 1992 y pertenece al universo de la pieza extensa El Cardenal, nunca estrenada por Pavlovsky. De las nueve obritas -monólogos, diálogos- sólo dos han sido escenificadas. Imagen fue escrita a pedido del director Michael Didym, en 1997, para integrar un ciclo de 24 piezas breves unipersonales de autores latinoamericanos y franceses, sobre el tema común del pecado y su confesión. Se estrenó en Francia en 1987 y se conoció en Buenos Aires en el marco del II Festival Internacional de Teatro en septiembre de 1999. El beso fue interpretada, inolvidablemente, por Norman Briski en el Teatro Calibán en diciembre de 1998 durante la presentación del libro Teatro II de Pavlovsky"

Cabe destacar que en esta puesta estamos presentando ocho de los nueve relatos originales , con algunas alteraciones de orden , respetando la lógica propuesta por Tato Pavlovsky para cada uno, como alguna vez dijo :"Textos residuales. Sin sujeto claro. No pertenecientes a una obra y su estructura. Todos los textos van por el medio. Sin principio ni fin. Como diría Samuel Beckett: "no importa quien habla". Lo que se deja en el margen de la estructura teatral. Lo micropolítico. El resto. Por los bordes. Por los intersticios. Textos balbuceantes. Diálogos inconclusos. Pero intensos. Tal vez porque son textos que necesitan la pura experimentación y la resonancia del espectador. Sin hermenéutica posible. No significan nada. Por eso balbucean aun en su aparente seguridad..."

Sandra Barbale.