El mundo de la luna

EL grupo KNUCK Estrena una comedia de Carlo Goldoni.

Un “lunático”, es aquel que padece locura, no continua sino por intervalos. Se usa como sinónimo de caprichoso, maniático, raro, demente, loco... Esta obra de Carlo Goldoni trata de ese mundo de reemplazo, de ese ámbito soñado, de ese espacio donde un lunático consigue hacer realidad sus viejos sueños, sus fantasías de un mundo paradisíaco donde todo exista en su máximo esplendor y generosidad. Buonafede, el ingenuo padre de dos chicas que solo piensan en casarse y liberarse de su padre, es embarcado por dos pretendientes (y sus cómplices) en un viaje imaginario a la luna. Buonafede (su mismo nombre lo señala) cree, al final del viaje (ha sido dormido con un poderoso somnífero), que está realmente en la luna, donde un baile simulado representa alegóricamente su “autenticidad”. La llegada con gran pompa del Emperador de la Luna (que no es otro que su criado), ayuda a convencer a Buonafede de la verdad de lo que su mirada percibe y, ante la llegada de las dos hermanas, finaliza cediéndolas en matrimonio a los dos conspiradores. La trama de Goldoni es en sí misma tan ingenua como el mismo Buonafede (que pese a lo ostentoso de la incapacidad de Cecco para ser Emperador, no detecta el engaño: uno siempre ve sólo lo que quiere ver) pero, a la vez, el texto conlleva una crítica despiadada a los vínculos sentimentales y a las motivaciones económicas que se esconden detrás del sentimiento, y que preanuncian muchas de las sonrisas que nos hará llevar en la puesta a mostrar una estética vinculada a la ciencia ficción y las películas de Melies. Porque el Mundo de la Luna? Porque encontré en esta obra múltiples rasgos de una comicidad donde el delirio y el sinsentido se apoderan de la realidad creando así una nueva, que sin tocar por ello el absurdo, pone al descubierto las miserias humanas que motivan los deseos, para los cuales alcanzarlos, el fin justifica todos los medios.

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