Doce Apostoles

El pasado que siempre vuelve y exige justicia, reparación y memoria. Como viviendo dentro de un carrusel que nunca se detiene, la acción de la obra, transcurre en la Argentina de 1983, todavía gobernada por los militares, antes de las elecciones que ganará Raúl Alfonsín.

Un cuadro pintado allá, en el 1600 por un cura Dominico que escapa de la Inquisición, discípulo de Giordano Bruno, es robado de la Catedral de Mendoza, en aquellos años de plomo y a partir de ahí, diez personajes intentarán recuperarlo por distintos motivos: un grupo de tareas que intuye que sus días de impunidad se acaban para siempre y pretenden cumplir con sus superiores, la masonería instalada en el Ejército argentino; tres chicas abusadas que buscan su redención para limpiarse de aquella humillación y un cura inescrupuloso que quiere devolver ese cuadro al Vaticano para que el recuerdo de Giordano Bruno desaparezca para siempre.

Misterios, asesinatos, culpa y una certeza: justicia y memoria que el pasado jamás se puede borrar.

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