Penélope, moriré yo por ti

Un buen día, Penélope Caraganópulos franqueó las paredes de su pequeña ciudad amurallada y se marchó rumbo a lo desconocido. Ahora teje y desteje en la soledad de sus sueños. Algo en su interior la mantiene viva, anhelando tal vez el regreso de un viejo amor. De su madre quizás no heredó otra cosa que su afición por el popular "Sandro de América". Penélope, asediada en su propia casa por dos hombres que la cortejan, seguirá minuto a minuto la agonía del cantante. Los tres personajes, cada uno a su manera, parecen condenados "a la dulce pena de sufrir".

2 Histórico de funciones