El coordinador tiene buena presencia

La acción se sitúa en interior de un ascensor, cuyos ocupantes quedan sometidos a la voluntad de un pequeño dictador en una tensa claustrofobia que desnuda la violencia latente y dosifica la tensión con humor negro.

El autor ensaya en los diálogos un estilo que a lo largo de la década desarrollaría en profundidad y que muestra al género masculino en una pugna con las mujeres por apropiarse de la palabra. También insinúa la otra reflexión en que profundizaría a futuro al supeditar el poder al impulso sexual, con referencias a la cultura hebrea y a los relatos del Antiguo Testamento.

Los personajes de la obra -funcionarios públicos y empleados- sujetos a una maquinaria mayor que no comprenden y de la que no consiguen librarse, fueron vistos además como la metáfora de la sociedad atrapada en una institucionalidad heredada del régimen autoritario.


Las obras, de Benjamín Galemiri (Chile) y Victor Winer (Buenos Aires) respectivamente, abordan temáticas similares y el director las unió en un desopilante viaje en ascensor, donde se desnudan contradicciones y miserias humanas, logrando un espectáculo original, potente y conmovedor, que metaforiza el subdesarrollo: "dos países atrapados en un entrepiso".

Ganador de la Fiesta Provincial de Teatro 1999. (Mejor Obra - Mejor Director - Mejor Escenografía - Mejor Actriz de Reparto - Mejor Actor de Reparto) «BUENA PRESENCIA» está en proceso de ensayo. Esta obra ganó el Segundo Premio Nacional de teatro otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación período 1981 / 1983. Sobre la dramaturgia de estas dos obras y en función del ciclo «EL COORDINADOR» tiene «BUENA PRESENCIA» en Mendoza, Chile y Buenos Aires..., tres prestigiosos teóricos del teatro Jorge Dubatti (Buenos Aires), Fausto Alfonso (Mendoza) y Carola Oyarzún (Santiago de Chile) han realizado un trabajo de «dramaturgia comparada» analizando los puntos en común de dos obras escritas en distintos tiempos y países.

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