Estela de Madrugada

Estela vive en un suburbio de Buenos Aires, junto a una fábrica de aceite, donde trabaja su padre Bernardo. Tiene una madre, Carmen; un hermano, Pablo y un novio, Alfredo. Su destino ya está diseñado; no es ni malo ni bueno, sólo que no incluye sus sueños. Y un día decide correr el riesgo, salir de la monotonía que le promete esa pareja y ese lugar. Y lo hace del brazo de Jorge, un muchacho del que se enamora pero que en definitiva sólo le sirve para salir de su medio y ver el mundo ancho y ajeno...
“Estela de madrugada” es la historia de un equívoco, de una frustración individual, de un sueño -el de Estela- por cambiar su vida, crecer, y salir de la mediocridad. Es al mismo tiempo, un reflejo social de toda una clase media.
La pieza tiene todo para que el espectador se identifique: intriga, ternura y humor, en dosis justas. Es una pieza intensa y conmovedora. Esto hace que la historia se cuente con toda la carga de crítica ideológica y de reflexión que el autor plantea. Nos inserta en el contexto social de los años 60, pero es sorprendente su actualidad, reflejando que ante el desconcierto socio-polìtico se arrastra a la clase media a un individualismo perturbador. Es una crítica a las ideas vulgares del éxito, a las relaciones familiares, al lugar de la mujer en la sociedad.
La obra escrita por Ricardo Halac fue estrenada en 1965, con un elenco que, entre otros, estaba integrado por Federico Luppi y Maria Elina Ruas. Sin haber tenido otras versiones posteriores conocidas, se reestrena ahora en el histórico Centro Cultural General San Martin en una comprometida y sensible puesta, bajo la dirección de Lizardo Laphitz y con las actuaciones de Alejandro Fain, Cristina Dramisino, Brenda Bonotto, Gaston Cocchiarale, Emiliano Delucchi, Francisco Prim, y Victoria Sarchi.

2 Histórico de funciones
5 Notas en los medios