¡Todo bien, bo!

Esmoris vuelve al monólogo de humor con un personaje cuya pasión es la lógica. La ausencia de ella en este mundo lo lleva a embriagarse, no de bebida, sino de ilógica. Como una suerte de Don Quijote, este borracho es un personaje capaz de mezclar los hechos más disparatados con una inteligencia fuera de lo común. Es bueno, mordaz, se mueve por los altos ideales y muchas veces no distingue la realidad de la ficción.

Ficha técnico artística
Actúan:
Jorge Esomris
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