Abrazos rotos

Una vez vino el amor y en la misma noche se marchó. Y otra vez vino el amor y se quedó dormido en el sillón rojo del deseo. Y luchamos el amor para volar más alto y caer irremediablemente,

y volvemos a luchar el amor para elevarnos. Y a veces todo éste cuento de la vida nos cansa. Pero luchar el amor es preciso, porque su ausencia nos deja dolidos, con abrazos rotos, sin alas.

2 Histórico de funciones