Nuestro pretérito imperfecto

Una sola mentira mantiene unida a una frágil familia porteña.

El amor se ve impedido por la más cruel de las casualidades.

Una madre, Rosario, con dos vidas.

Un hijo, José Antonio, con dos caras.

Un hijo, Ernesto, con una sola moral.

Cuando el pasado se vuelve cada vez mas presente ¿Es mejor que no se sepa que sabemos?

Una familia acomodada en los albores del siglo XX mantiene un secreto puertas adentro pero fuera de muros es una habladuría bien conocida. Ernesto, el hijo del medio y el moralista de la familia observa con estupor como se les cierran las puertas de la casa de la mujer que ama. Al indagar las causas de tamaña decisión en la familia de su amada, termina buscando respuestas en su propia familia en un circulo enfermizo que lo hará llegar al suicidio de su padre. Rosario la madre, oculta hasta sus últimas fuerzas el terrible secreto y mantiene en duda, el peligro latente que podría acontecer si Ernesto concreta su amor. José Antonio, el hijo mayor, conoce hace años el secreto, y ahora encubre el hecho entregándose a los manejos de Rosario, en un juego de amores, odios y violencias.

Silvia la hija menor, cuida a su madre y a Mameca, su abuela y si bien parece no saber, pronto se entenderá que su juego de elegir hasta donde saber le permite atravesar todas las situaciones y se muestra mas intrincado.

Mameca, abuela y madre del padre ausente, que se quito la vida, personifica la simpleza y la ignorancia de lo sucedido.

Por ultimo, Daniel Arce se hace presente en esa casa luego de muchos años y se convierte en el desencadenante que falta para que todos los integrantes, conozcan o supongan la verdad.

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