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Olivia, no tiene una personalidad, es un cocktail de personalidades. Grita, llora, canta, baila, juega, intenta suicidarse y hace yoga. Transitando el imaginario de Oliverio Girondo a partir de una selección de textos, la obra va tomando cuerpo, retratando la intimidad del personaje en su cuarto de internación, revelando sus miedos, su fragilidad, su ferocidad, su esperanza y el abuso que la ancla en el desconcierto. Olivia quiere ser igual a los demás, pero no puede. Porque Olivia está loca. Porque Olivia está internada. Porque Olivia, está en busca del sentido, en busca… en busca… en busca…