¡Guarda abajo!

Un cínico empresario de la construcción, hastiado de tanto éxito impune ha decidido dar un vuelco a su vida: va a suicidarse. A doscientos metros de altura, a punto está de saltar desde una viga del último rascacielos construido. Abajo, en tanto, se celebra la fiesta de inauguración. Todo seguiría su cauce si no fuese por un ángel de la guarda recién transferido, que hace rato intenta hacerle cambiar de idea. El Cielo evidentemente ha entrado en crisis terminal, lo notamos con sólo observar al emisario, que atraviesa demás por un a profunda crisis vocacional. Al dúo se suma instantes después un ángel de grado superior, que llega para auditar el trabajo del subordinado. La avanzada celestial apela a todo tipo de recursos: desde amenazas a dramatizaciones, mientras irrumpen, de tanto en tanto, inequívocas y tentadoras voces del averno.
1 Histórico de funciones
1 Notas relacionadas