Muertos sin sepultura

Francia, verano del 43.
Un grupo de rebeldes es detenido tras fallar un golpe y esperan en un almacén a ser interrogados y torturados. Ante una situación límite, cuando la crudeza de la realidad nos deslumbra y quedamos desnudos de toda esperanza, todo parece en calma y ni siquiera el dolor es capaz de tocarnos. Es entonces cuando surge una pregunta cuya respuesta puede ser más cruel que los propios carceleros: ¿quiénes somos realmente?
Cada uno de los personajes tiene una actitud diferente ante esa misma situación. A pesar de ser prisioneros, siguen siendo libres de pensamiento, y esta libertad será la que tratarán de preservar con pequeñas batallas y triunfos que les darán fuerzas para seguir aguantando con una sonrisa.
Al fin y al cabo, ¿no serán los carceleros otro tipo de víctimas?

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