Verduras imaginarias

La rutina es el fantasma que acosa a “Matilde” y “Mario”, personajes de una historia tan absurda como humana que raya con lo insólito, pero que por momentos nos remite a nuestras propias verdades: el amor, la familia, los sueños. Con humor sutil y delicado Giner va tejiendo los enredos de esta pareja, cada vez más cercana a nosotros, que con terrible crudeza toca algunos temas que pocas veces nos es lícito abordar. Una llamada al optimismo puede leerse en esta obra que apunta a enaltecer la solidaridad, como único camino rumbo a un mundo más humano.
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