Propiedad Trizada

Un cajón rodante transporta a cinco cautivos. El cazador calienta la sangre de sus presas meta bramidos y rebencazos. Los inmoviliza en la línea de fuego aunque no falta la presa burlona y retobada, que provoca la ira del cazador. La cacería hace estragos y la indómita presa es el precioso trofeo al fin devorado.

Los desechos de la cacería reviven farfullando retazos de lenguas como una radio mal sintonizada. Retornan del basural como bultos, que acosan al cazador ya desentumecido. La presa devorada deviene consumidora; se apodera de los bienes de los vencidos y vocifera su éxito capital. Mientras tanto, un bulto progresa entre los desechos de sus semejantes; usufructúa la fuerza ajena hasta conquistar su propiedad.

Sin embargo, los desechos humanos reorganizan sus cuerpos en la afectividad y su potencia. Se reconocen con sus nombres propios. De yapa reciben ropas, que les dan una imagen corporal y se entretienen visibilizando otro paisaje.

Propiedad Trizada / de Cecilia Priotto from cecilia pasquini on Vimeo.

3 Histórico de funciones