Jamás un corazón ingrato

Raquel, Lázaro y Marisa, viven y son responsables del cuidado de la escenografía en un viejo galpón. Lo patético y singular de cada uno de estos personajes hace de sus vidas siempre un final, y el humor hace del drama que pierda su valor. En el momento en que aparece Emilio, joven cineasta, la vida de Raquel, y la suya, no volverán a ser las mismas.
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