La piojera

Fue concebida como una continuación de la búsqueda estética iniciada en la obra ya estrenada por el elenco: "Llanto de perro", La piojera opera sobre una imagen principal, que es la del abandono. Estos seres que viven en el bar de una estación de tren, están abandonados por el mundo. El tren pasa pero ya no para, con lo cual lo que antes era para ellos fuente de trabajo, de un día para el otro se transforma en un sonido, en algo exterior. Algo que pasa y ya no se detiene. El trabajo fue desarrollado a partir de esta consigna, seres que permanecen, y en su permanencia intentan modos de salvarse. Después vendrá una decisión drástica, por parte de uno de los integrantes de este sistema; no es casual que sea el más frágil; la idea de descarrilar el tren.
Esta acción, en vez de proponer una modificación del sistema, lo que hace es agregar dos personajes que están en casi las mismas condiciones que los de adentro. Se amontona el abandono. Ahora el tren ni siquiera pasa. El tren está tirado ahí, en la noche.
La idea de "un procedimiento justicialista" tiene que ver con ciertas formas con las que opera el poder en la Argentina. Algo de lo que sucede en la obra está sostenido en el principio del "sálvese quien pueda" que es un procedimiento al que estamos acostumbrados en los últimos tiempos. Aparece el relato de un movimiento político que fue en el pasado, algo que fue y que ya nunca volverá a ser, algo que solo permanece en el recuerdo.

Grupo: El Enko Cia Teatral

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