Allegro ma non troppo

Marta busca hace tiempo al hombre que la besa en sus sueños. Para eso, pide a todos los hombres que figuran en el directorio telefónico que le envíen cartas con un beso. Pero al llegar al final de la zeta sin encontrar el beso que busca, sus esperanzas se apagan.
Sensato, que es un músico sensible y perfeccionista, ama a Marta en secreto porque su timidez le impide declararse. Al descubrir la tristeza de Marta, acude a Varreto, un inventor excéntrico y apasionado de sus creaciones, para intentar alegrarla. Juntos le hacen disparatados regalos que fracasan, por lo que Marta continúa triste. Es entonces que Sensato decide escribirle una carta de amor, pero no se anima a firmar con su nombre y lo hace con el seudónimo de Lisandro. Pero el beso que le envía resultará el que ella recibía en sus sueños y a partir de allí, Marta y Lisandro intercambiarán cartas de amor, hasta que Marta un día le propone casamiento.
Sensato, atrapado por su creación, decide dar muerte a Lisandro; para ello le escribe a Marta informándole sobre un terrible accidente en el que Lisandro muere.
Marta, desconsolada, decide matarse para volver a encontrarse con su amor. Por eso recurre a Varreto pidiéndole ayuda. Este está terminando su amplificador emocional, por lo que le pide a Marta que elija una música que la emocione profundamente para que su máquina pueda funcionar, y ella en todo caso podrá morir de emoción...