Diez motivos para la ira de Dios

Según el relato bíblico, los magos egipcios convencían al faraón de que las plagas no eran advertencias divinas sino trucos, simples embustes: ¿es posible transformar agua en sangre hoy? ¿Es posible convertir una vara en una serpiente? Si, es posible. Los embusteros existen y existieron en todas las épocas. Entonces, Milagros Ferreyra bosqueja en diez cuadros una puesta en escena de la simulación, de la persuasión, del engaño más pueril alrededor de un mismo eje: el morbo, ese oscuro deleite en ver la exhibición del dolor ajeno, la violencia explícita, el gesto vacío de una sexualidad literal. Diez intentos. Diez preguntas. Diez explicaciones. Diez consecuencias. Diez silencios. Diez excusas. Diez motivos para la ira de Dios.