Marathon

El equipo Teatro Payró puso en escena por primera vez a Marathon en 1980, en Los Teatros de San Telmo, inaugurando la sala diseñada especialmente para la obra por el arquitecto Osvaldo Giesso. Vale recordar algunos conceptos que el prestigioso crítico Gerardo Fernández ,fallecido hace casi 10 años- escribió en su extensa y reflexiva nota de la edición del 26 de julio del diario la Opinión, en ocasión del estreno:" uno de los viajes mentales más fascinantes que se haya propuesto al público de Buenos Aires. Viaje sin escalas, sin prisa y sin pausa hacia sí mismo, hacia su ciudad, hacia su tierra (la patria chica argentina y la patria grande americana), y hacia todos los mitos que han conformado su idiosincrasia y su educación , su pensamiento y su afectividad, sus conquistas materiales y espirituales, su ser y su hacer.

Uno a uno, en un fresco de saludable enjundia y libertad creadoras y de infrecuente espesor dramático y filosófico, Ricardo Monti va convocando esos mitos. El pretexto anecdótico o situacional (más que el tema o el argumento) es una misérrima maratón de baile en las orillas porteñas a comienzo de la década del 30, donde una docena de desesperados azuzados por un animador y controlados por un guardaespaldas- se agitan sin cesar en la esperanza ("La fe", dice el Animador desde su púlpito) de obtener un premio que desconoce"

Treinta años después, bailan en el escenario de la Sala María Guerrero, las seis parejas, bajo la mirada del animador y el guardaespaldas, para protagonizar esta gran metáfora que es Marathon, "una obra" como dice Villanueva Cosse- que se instala cómodamente entre lo mejor del teatro argentino