El difuntito

Ojalá muera, derrotado. Ojalá, pie en el suelo,
se vea encadenar por soldados sin jefes.
Ojalá lo traicionen sus hijos,
y lo sepa. Que pierda su fuerza de varón.
Ojalá muera.
Y su raza se borre de la tierra.
Yo con ella. Maldiciéndolo.
SARA GALLARDO, EL PAÍS DEL HUMO.

Argentina está poblada de mitos urbanos y de los otros. Los otros son lo que no son urbanos, los de los pueblos, los del campo, el desierto, la montaña, el estero y el supuesto bicho que un ex presidente alimentaba con carne humana. La Difunta Correa encajaba perfectamente para preguntarme por su hijo. ¿Qué pasó con el hijo de la Difunta Correa? Eso me pregunté para escribir pero ya no importa esa pregunta, no importaría para la supuesta puesta. Al hijo de la Difunta Correa se lo robó un Coronel.. confinado a un fortín y con órdenes de limpieza étnica. Pero vino un malón. Parece que la Difunta es justa.
El difuntito debería ser puesta en una supuesta realidad extrañada. Lo de realidad y lo extrañada es un decir ya que lo que debería funcionar, en todo caso, es una incomodidad en el ambiente, un algo que flota y circula, como cinco moscas que surcan el aire y desaparecen para reaparecer un rato después; así. Escribí El difuntito hace algunos años y ahora le echo un vistazo buscando corrección. Arreglos menores, cuestiones de formato, didascalias mientras siguen circulando las moscas por ahí. En El difuntito hay algo, no sé. Puede ser un olor, una sensación repentina, un sonido confuso que no sólo viene del nene. Todos respiran mal, se me ocurre eso también.
El difuntito fue escrito bajo la influencia de un mandato, es decir, partiendo de una premisa, de una consigna, de un desafío, de un concurso.

Leonel Giacometto

OBRA GANADORA TEATRO X LA IDENTIDAD. EDICIÓN 2009. ROSARIO

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