La Puntada

Consiste en una acción que implica mi presencia y la de mi pareja recuperando una situación cotidiana: Coser y Cortar.
La acción es cortar uno la vestimenta del otro e intercambiar esos retazos cosiendo cada fragmento en la ropa del otro.
La gente que participa de la acción enuncia los textos que son ofrecidos.
En el último momento se proyectan imágenes sobre los cuerpos del hombre y la mujer en escena.
Desmontar las vestimentas implica resistir a las fobias que acentúan la necesidad de un relato dominante. Compartir el acto mismo de coser para establecer un diálogo textil textual- En esta obra se pone de manifiesto la incorporación de un lenguaje generativo, ya que en el acto de coser- tejer, la intención es un tejer variable, sobre lo que se hace y deshace- Teje y desteje- Acción y no acción- a través del tiempo.
Lo femenino estuvo históricamente pensado como espacio, sin embargo aquí la idea es pensar ambos términos: femenino y masculino como espacialidad y temporalidad.

Mujer y hombre se metamorfosean a partir de desarmar la tela, el texto. Se pierde la voz de un solo narrador y se incorpora la necesidad de recuperar todo el tejido de voces que se presentan.