La Conspiración de los Objetos

DIA DEL TEATRO INDEPENDIENTE

Son tres los que tienen que evocar fragmentos seleccionados de una obra que parece eterna. Inconscientes de ser ratones de experimento interpretarán, en lectura a primera vista, situaciones músico-escénicas que los proyectará como seres del siglo XXI.

Sin mundo soñado y atravesados por circunstancias, herencias, creencias y construcciones que direccionan el comportamiento, operan dentro de los límites de una realidad ya develada, escrita.

Una suerte de espejo roto, de reflejo distorsionado, de imagen trastocada. Autopsia del hombrecito actual, La Conspiración de los objetos lanza a un mundo que solo necesita individuos funcionales.

Concepción General Sobre El Espectáculo y La Puesta En Escena

La Conspiración De Los Objetos, cara desapercibida en las relaciones simples. Herencias, hechos acumulados y articulaciones ya definidas formulan estas relaciones.

Reflejo del hombre que, frente a la inevitable comprensión de que el destino no estaba escrito por ninguna "deidad", creó una por encima de él para sentirse a salvo de la incertidumbre y no sabiendo qué hacer, porque el ideal del destino escrito estaba en ruinas, fue diseñando en el tiempo el "deber hacer" en una confabulación generalizada.

La Conspiración De Los Objetos es un montaje articulado a través de episodios escénico-musicales, que van encontrando una progresión y unidad entre sí, sosteniendo un relato fragmentado y con espacios vacíos. En esta dinámica, la secuencia de diferentes situaciones transcurre dando forma a los universos donde los momentos se desarrollan.

La concreción de esta articulación propone un diseño de iluminación preciso que apoye este criterio y concepción en un espacio escénico único que funcione como un mecanismo que, operado por los actores, de lugar a la creación de los diversos ámbitos y zonas donde la acción va transcurriendo. Los objetos que aparecen, se multiplican y reaparecen son disparadores de las situaciones.

La ubicación por detrás de los actores-músicos con sus atriles y partituras con lo que tienen que tocar y hacer, generan la visión de un concierto escénico.

El espacio, con reminiscencias a arena de circo, cierra por detrás de ellos con espejos que los refleja por momentos distorsionados, deformados. El espacio funciona como lo que es: una realidad concreta, un marco circunstancial que provoca la acción.

La música original del espectáculo para violín, bandoneón y percusión es tocada en escena y lejos de ser un elemento que acompaña la acción, es la acción misma de los personajes. El tocar música es algo de lo que vienen a hacer y se hilvana como un elemento de la escena misma, de la trama.

La ubicación dinámica de los personajes, su acción dentro de este "concierto escénico" es lo que está escrito en sus partituras. Lo que hagan, como se relacionen, que digan, que toquen, que objetos utilizan, etc, ya está diseñado. Esto produce que los personajes, al querer "conducirse" en nombre propio, en primera persona, pero con palabras y acciones que no son propias, tengan un tránsito profanatorio y paródico. Ellos narran su parodia. Ellos sospechan y se asombran por lo escrito. La inteligencia o lucidez de sus miradas, nunca llega, nunca alcanza a desactivar el mecanismo. Tontos y adormecidos se conducen presionados por la mano invisible de la historia y del comportamiento heredado.

Los personajes de "La conspiración..." revelan al hombre no-sujeto, al hombre objeto en las circunstancias ya establecidas. Narran la especie de maleficio del que forman parte. Ellos son parte del mecanismo. Se ubican como seres inteligentes y finalmente inconsecuentes y paródicos nunca consiguen entender algo de la dimensión de lo que hacen.

La acción se apoyará en un lenguaje no-realista, con líneas surrealistas en contacto con lo onírico, que busque tramar la totalidad de los elementos de la puesta en escena.

Grupo: Periplo Compañía Teatral

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