El universo de los títeres, las marionetas, los objetos, antiguo como la humanidad, no siempre es valorado en su justa medida en el ámbito de las artes escénicas. En particular, cuando de espectadores adultos se trata. En Buenos Aires, con enorme esfuerzo, el Festival de Títeres para Adultos creado por El Bavastel ha abierto camino, y desde hace unos años Genealogía del Objeto es un lugar de encuentro (ya no sólo porteño) para los protagonistas y espectadores amantes de este universo tan particular. El festival de Títeres al Sur suele tener un lugar en su programación para que los grandes también disfruten. En general, la convocatoria se produce a través de los festivales. Pocas salas, más pequeñas, se arriesgaron o se arriesgan a este mundo especial: El museo del títere, Templum, Pan y Arte. Soy solito hizo temporada en No Avestruz y en El Galpón Multiespacio. Cuando decimos “temporada” estamos hablando de una serie de funciones, porque la mayoría de las veces, a los titiriteros que trabajan para adultos se les abren las puertas de manera provisoria, una o dos funciones. Eso, con un poco de suerte. (Otra ha sido la fortuna, merecidísima por cierto, del hoy clásico El Periférico de Objetos).

Aquí mismo, nos encargamos de los títeres y sus titiriteros, más de una vez: Mirar el mundo desde una ventana, Títeres al poder, Al sur los títeres, De los mundos más diversos, Los viajes de Javier Swedzky en las cuatro temporadas y  Los títeres a escena. Sin embargo parece que siempre estuviéramos empezando. Todavía hay muchos adultos con prejuicio, que no se acercan al títere. Parece que le tuvieran miedo. Y los titiriteros no se comen a nadie.  Los títeres, mucho menos. Y cuando los grandes se acerquen, hay que hacer camino con los adolescentes y con los niños grandes, porque a los pequeños siempre los llevan como si el títere fuera sinónimo de pequeño infante, lo que no es así.
Por eso este ciclo del Centro Cultural de la Cooperación (que hasta ahora sólo había programado a Horacio Peralta, si no me falla la memoria)  promete abrir el universo a un nuevo público y despierta la esperanza de que esto se contagie y se multiplique.
Los espectáculos presentados, tanto Soy solito como Marionetas Orsini, son tan maravillosos que es imposible quedarse indiferente.  

En el universo relativamente pequeño de los entendidos, son reconocidos y seguidos con entusiasmo. Rubén Orsini paseó por plazas, por festivales nacionales e internacionales. Los chicos de Todo Encaja Producciones (charlamos con dos pero son cinco) tienen otro camino recorrido.

-La primera pregunta, de rigor, es cómo se presentarían.

Rubén Orsini: -Me presento como un realizador, alguien que utiliza la síntesis, el simbolismo y la música como herramientas para expresar sus diferentes historias o para proponer “momentos visuales”.

Ema Fernández Peyla: Nosotros somos cinco artistas que conformamos un grupo de trabajo que se llama Todo Encaja Producciones.

Gerardo Porión: Y en este espectáculo, curiosamente, la dirección es compartida por tres  compañeros,: Victoria Mazzini, Nicolás Solezzi y Laura Fontenla, que lograron encontrar una química especial en la dirección en conjunto, dejando fluir una dinámica única y de una gran percepción sobre el mundo de los objetos. 

-El que no vio (todavía) el espectáculo tiene que imaginarse tres directores para el tamaño de los personajes en cuestión, además, con dos manipuladores. Toda una experiencia. Pero sigamos. ¿Cómo eligieron los títeres/objetos/marionetas?

G.P.: -Elegí  los títeres porque encontré en ellos la fusión entre el trabajo de interpretación actoral, que tenía que ver con mi primera formación, y las artes plásticas, que es otro espacio en el que me desenvuelvo como escenógrafo y realizador de objetos. Y también porque Ema me insistió.

E.F.P.: -En mi caso el disparador fue una obra de teatro para la que habíamos sido convocados con Gerardo y en la que teníamos que manipular un títere de mesa. En ese entonces yo no sabía bien de qué se trataba la cosa, pero me pareció un desafío y sentí que detrás de ese títere había todo un mundo para explorar.   

R.O.: -Las marionetas, los objetos?. Los elegí porque sentía mucha curiosidad. Con el transcurrir de los años esa curiosidad se transformó en una pasión por el mundo de lo minúsculo, de lo pequeño. Me gusta mucho realizarlos e idealizar,  en el transcurso de la creación, sus miradas, sus silencios futuros. Estoy muy contento de haber elegido este medio, este oficio, para expresarme.

-Hablemos de la formación de cada uno?

R.O.: -Mi formación  fue y es de mucha investigación personal, a través del hacer y del rehacer. En mis inicios tenía muy poca información al alcance y muchas necesidades de vivir del oficio. Con el transcurso del tiempo y de las funciones en los diferentes países (cada uno con su cultura y sus investigaciones) se fueron abriendo encuentros con colegas  y maestros. De todos modos, la formación continúa diariamente.

E.F.P.: -Luego de esa experiencia, que acabo de contar, decidí anotarme en la escuela de Avellaneda, en la que descubrí, de la mano del director Pablo Di Pascuo Gal y de Adriana Sobrero, la magia de este arte que me atrapó por completo. Era una hermosa escuela que lamentablemente ya no está.  Luego me enteré de la apertura de la diplomatura de teatro de títeres y objetos en la UNSAM, y sabiendo que me encontraría allí con grandes docentes como Ana Alvarado, no lo dudé y me anoté. Creo que en mi formación hay un punto de inflexión luego de estudiar con ella, un antes y un después. De hecho, ahora estoy cursando el posgrado en Especialización en teatro de objetos, interactividad y nuevos medios que ella dirige en el  IUNA.

-Y yo debo decir que ese posgrado me resulta conocido ¿no? ¿Y vos Gerardo?

G.P: -Mi formación, más académica, fue en la diplomatura de la UNSAM, donde pude conocer este oficio, entrenarlo y desarrollarlo. Además tuve la posibilidad de tomar un seminario con el gran titiritero australiano Neville Tranter, pero anteriormente ya me había acercado a los títeres a través de algunos talleres, como por ejemplo con Mabel Marrone en el teatro San Martín.

-¿Cómo es el vínculo de los títeres/objetos/marionetas con los espectadores adultos?

G.P.: -Creemos que el teatro de títeres es un arte que ha sido encasillado en el terreno infantil  y que, de hecho, lo sigue siendo y que las últimas generaciones se ha explorado la materia de tal forma que se ha llegado a conmover y transformar también a los adultos. Nuestra experiencia con este trabajo nos dice que también ellos pueden dejar de ver el artilugio y entregarse a una poética distinta, con una gran sensibilidad.

R.O.: -Por mis experiencias previas, el vínculo con el público y mis elementos es, por suerte, de complicidad. Creo que el espectador retorna a sensaciones muy primarias.

-¿Qué esperan de este ciclo?

E.F.P: -Siempre es bueno que existan espacios en los que se pueda ver teatro de títeres para adultos, como por ejemplo el Festival organizado por el Bavastel o el Ciclo Genealogía del Objeto a cargo de Ana Alvarado y Carolina Ruy. Y éste es un nuevo espacio que celebramos. Estamos muy agradecidos con el CCC por darnos esta oportunidad de mostrar nuestro espectáculo.  Apostamos a la difusión de los trabajos y ojalá que se logre el objetivo de acercar a los adultos a que disfruten de un ciclo hecho a su medida.

R.O.: -Espero que sea un ciclo multiplicador, que sea un aporte al oficio de los objetos.

-¿Cómo caracterizarían el espectáculo que van a presentar?

R.O.: -Marionetas Orsini es un espectáculo donde mis historias son como canciones visuales, donde cada una va tocando diferentes sensaciones y temas. Un recorrido por  los seres humanos, sus alegrías y sus miserias, siempre con un lenguaje de acciones y con  sugerencias hacia el espectador.

G.P.: -Consideramos que una de las mayores características de nuestro trabajo es cómo, a través de de la técnica, la interpretación, y, sobre todo, las pequeñas acciones, sin un texto, se pueden transmitir los estados sensibles de un personaje. Soy Solito propone una historia simple donde el foco se centra en la manera de contarla, a través de actos cotidianos: la obsesión, el amor, el humor, los sueños, la soledad?

 E.F.P.: -Alguien dijo una vez, al salir de una función, “Me enamoré de este hermoso personaje..., ¡y fue a primera vista!”. Esperamos que esto se repita.

¿Qué más agregar? ¡No se los pierdan!

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