Erica Koleff, dirige, con el asesoramiento artístico de Emilio García Wehbi, una performance denominada Proyecto Espectacular de la Licenciatura en Dirección Escénica del Departamento de Artes Dramáticas del IUNA, Instituto Universitario Nacional de Arte, Año 2007: El Género en Disput@ (Performance)

Sábado en el Microcentro, edificio fantasmal lleno de puertas con llave, porque la mayoría de los departamentos son oficinas. Es donde vive Erica Koleff, nuestra entrevistada, una de los dos primeros egresados de la carrera de Dirección Teatral del IUNA. Su imagen contrasta con los datos que tengo de ella. Nacida y criada en el Chaco, ésta es la tercera carrera que termina, luego de ser realizadora integral de cine y TV, egresada del Centro de Investigación Cinematográfica (Buenos Aires) y antes maestra de danzas, egresada del Instituto Superior del Profesorado de Enseñanza Artística- Danza (Chaco). Además su Proyecto de Graduación, junto a la tesis de la misma temática, es una performance que se basa en el ya legendario libro El género en disputa, de Judith Butler, considerado el fundador de la teoría queer o queer académico. Contrasta con los datos que tengo, decía, porque la que me abre la puerta es una rubiecita muy joven y de ojos claros chispeantes, que me hablará sin parar, con una seguridad casi omnipotente, sin dejar de fumar y sonreír. "En mi colegio secundario teníamos taller de comunicación social, set de televisión y de radio, con isla de edición inclusive; viajamos mucho trabajando como periodistas por el país- relata. Además, desde los 9 años hice la escuela de danzas, paralela a las clases normales, hasta terminar con la secundaria. Ahí colgué las zapatillas y me vine a Buenos Aires a estudiar cine, que es mi verdadera vocación -explica para llegar al origen de tanta inquietud artística- pero como dentro del cine me interesan la dirección y la producción, y la mayor falencia de todas las escuelas es la dirección de actores (si no fijate -acota- en los proyectos de alumnos y egresados hay buenísimas imágenes, ¡pero los actores son un mueble!), busqué completar la formación con una carrera específica como es la de dirección en el IUNA. Además, es lo que podía hacer sin gastar más. Sólo dos de mi promoción hicimos la carrera en los años estipulados desde 2003. Es muy difícil terminar en 4 años y trabajar. Yo hice laburitos cuando podía".

Erica proviene de una familia de clase media chaqueña. Su madre es directora de escuela y su padre herrero. Además tiene cuatro hermanos más grandes. Ninguno es artista, a pesar de que los padres fomentaron esa veta con clases de piano y pintura para los cinco. Está absolutamente consciente de la realidad de su provincia, de la discriminación que no sólo se da desde los porteños hacia los chaqueños, sino también de la que existe internamente, producto de la sectorización por comunidades de origen étnico o cultural. Ella misma se define como parte de la comunidad búlgara, orgullosa de que ésa sea la comunidad fundadora de su ciudad. Pero entiende que todos esos grupos, a su vez, miran como extraños a los indígenas sobrevivientes, que conviven en el mismo sitio. Sin embargo, se siente parte de ese conglomerado de realidades entrecruzadas que es lo chaqueño, frente a, por ejemplo, lo porteño, y lo integra radicalmente en todo su trabajo, sobre todo en la performance absolutamente autorreferencial que presenta en el IUNA, como característica identitaria que la define.

Como nos llamó la atención que en la ficha técnica se destacara la procedencia de cada participante, y hubiera mucha más gente del Interior que porteños, le preguntamos acerca de eso: "Y es que de eso se trata El Género en Disput@ - Performance -exclamó-, de lo queer en la etnia que reformula el género. En realidad lo que me interesa es cómo se reformula el género a través de la mujer, la construcción del género a través de la cultura. Y la mujer no es sólo la blanca criolla. Así que viene también una chica toba a participar de la performance, a recitar en su lengua y en español una leyenda sobre un pájaro engreído. Por otro lado, ¿qué es ser mujer? En mi performance terminan peleando, en tono de comedia, una mujer que ha conquistado el éxito como un varón, y un travesti. ¿Quién es más femenin@?"

De muchas cosas parece estar hablando la puesta de Erica en su examen de grado: del problema de la discriminación, desproblematizando sus alcances, de la reivindicación de la diferencia y la construcción de la identidad, a pesar de la cultura dominante pero dentro de ella, pues no se trata de permanecer en el margen siempre, de ese juego con las contradicciones propias de quien vive su sexualidad dual, su terruño en nostalgias entrecruzadas, disciplinas multiplicadas y juventud que ya necesita soltar las amarras.

Finalmente le preguntamos por qué hacer performance, a lo que respondió: "Cuando entré al IUNA sabía que no era para hacer teatro, sino para aumentar mi bagaje hacia la dirección de cine. Pero en el camino me topé con un seminario que dictaba la profesora Julia Elena Sagaseta, sobre la historia de la performance, que me abrió la cabeza, me mostró otro mundo. Al principio estaba muy reticente y al final hasta me animé a poner el cuerpo en el trabajo de cierre junto a los actores (fue un seminario que compartimos con los de la licenciatura en Actuación). Incluso sucedió que un trabajo fílmico mío, un documental sobre el barrio toba donde yo vivo en el Chaco, quedó seleccionado para participar en el VI Encuentro Hemisférico de Performance y Política, organizado el año pasado por el Instituto Hemisférico de Performance y Política en el Centro Cultural Recoleta; y allí tuve la oportunidad de participar también en los foros de discusión e investigación y ver en vivo al performer mexicano Guillermo Gómez Peña, que fue maravilloso. Y cuando descubrí la performance, fue una felicidad, porque me dio la libertad de unir todas las disciplinas", concluyó.

Anexo: Nociones de Performance