Dramaturgia argentina contemporánea. Editorial La voz del espejo. Buenos Aires 2007.

Lo primero que hay que celebrar (pero va a ser lo primero, no lo único) es la diversidad que nos propone este primer libro de la colección Dionisio.
Viene de la mano de un prólogo de Roberto Perinelli que sostiene muy acertadamente que “este libro comprende tres obras unidas por las diferencias” y sostiene que está dando cuenta de un universo como el de Buenos Aires en el que conviven “con bastante comodidad las distintas miradas.” El dramaturgo y docente considera que una de las tres obras es un remanso frente a los mundos extraños que proponen las otras dos.
Seguramente para cada lector habrá un “remanso” distinto.
“Llanto de perro” es la obra de Andrés Binetti. Es probable que para los que no la hayan visto, los primeros renglones sean dificultosos. Pero es la primera impresión, luego se ingresa mansamente en el universo de esa escritura y se naturaliza el registro porque el trabajo con el lenguaje es absolutamente impecable. Pero no sólo lenguaje es lo que se pone en juego sino la construcción del razonamiento de estos seres tan particulares, sus costumbres, su vida. Es necesario decir que, pese a las apariencias, se busca eludir toda referencialidad. No los copia del mundo, los crea. Y esto sin embargo, no inhibe la posibilidad de una lectura crítica.
El contraste con quien llega de afuera, sin parámetros para medir la realidad que tiene en frente, la transformación de aquella, incluso lingüística, nos plantea una mirada inquietante y peligrosa.
“Cotillón. Una historia perversamente familiar” de José María Muscari. Este dramaturgo, ya se sabe, tiene una estética provocativa y un lenguaje un tanto soez. Sus textos aparecen con la inscripción de una fecha de vencimiento en relación a ciertas referencias pero no hay que olvidar que es un Muscari auténtico. Y mechado con insultos, léxico referente a lo sexual, citas televisivas, aparecen esas miradas atentas respecto de las cuestiones más diversas, como en este caso en relación a la fotografía y al cine, cruzadas por algunas zonas verdaderamente poéticas “Quiero que haya silencio absoluto. Inmovilidad total. No me gustan el viento, el mar, las olas... Todo lo que se mueve, las cosas móviles, me desestructuran, me angustian (...)” Cotillón es esto, disfraz, ruido, baile, fiesta, decadencia pero también es el ojo avizor del que observa la escena.
“Una mañana sin sol” de Héctor Oliboni, es una obra en la que dos personajes, actriz y director parecen vivir una situación que finalmente se devela que no es tal. El discurso se construye articulándose como si fueran piezas de rompecabezas hasta que al final podemos observar la figura concluida. Patricia y Walter son dos seres absolutamente conmovedores, su historia también lo es, sus sueños rotos y la mentira de la reconstrucción. La búsqueda de sobrevivir a través de la ficción, las esperanzas puestas en hacer teatro.
Un lector puede identificarse con la obra pero también disfrutar su lenguaje.
En el inicio de esta reseña se celebraba la diversidad, lo otro que hay que celebrar es la calidad de la selección, tanto más difícil cuando reinan las diferencias. Mérito evidente del editor.

Índice
Prólogo
Por qué este libro
Llanto de perro
Cotillón
Una mañana de sol

Datos del libro:

Dramaturgia Argentina Contemporánea
Colección Dionisio.
Editorial La voz del espejo
Buenos Aires. 2007.
ISBN 978-987-21292-2-4
116 páginas.

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