Aunque no organizados, lo que les quita presencia y les resta energía conjunta para atraer al público, siempre más activo en momentos festivaleros, y, sobre todo, a los programadores que pululan gracias al Festival Internacional; los artistas de la danza de Buenos Aires parecen germinar en primavera.

Muchos son los estrenos y reposiciones que pueblan las salas que están abiertas a este tipo de propuestas escénicas (algunas de estas obras aprovechan, en realidad, estar programadas en el Festival, sección argentina, como el caso de El Lobo, de Pablo Rottemberg, de nuevo en el Camarín de las Musas). Daremos un somero pantallazo.

Nuestra pequeña lista comienza el jueves, un día elegido por las salas para programar danza. A las 21, se reestrenó Contigo Calipso, de Laura Garófalo y Ramiro Santaulari y la música en escena de Fernando Aldao, en el Teatro Del Abasto. Un poco más tarde, recomendamos no perderse Patiecito Patiecito, con la dirección de Laura Aguerreberry, quien cuenta con dos excelentes bailarines: Aymará Parola y Rakhal Herrero y la bonita música original de Andres Reboratti, excelente panorama para las 23, en el Teatro Apacheta. Otras jóvenes creadoras, el colectivo artístico C'est tout presenta Dentro, en el Espacio Cultural Carlos Gardel, dependiente del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires.

Los viernes a las 23 se presenta Casa - Urgencia de la intimidad de los espacios, el nuevo trabajo de Gabriela Prado, con la colaboración de Gerardo Litvak, en un lugar especialmente acondicionado del Camarín de las Musas. El mismo día, media hora más tarde -horarios inusuales para la danza en general- se puede ver la recomendable y varonil Suerte de Marcelo Savignone, que contó con la colaboración de la coreógrafa Viviana Iasparra y de Diego Starosta. Las funciones son en el Belisario Teatro.

Los sábados, sigue Olympica de y por el grupo Krapp, a las 21 en el Portón de Sánchez. Y por qué no recomendar algo distinto a la danza contemporánea, el muy buen trabajo MasterTAP, con coreografías de Castro Videla y la dirección artística de Mónica Povoli, en Molière Teatro Concert, a la misma hora que la obra de danza-teatro. Pero lo más destacable es un ciclo de Butoh organizado por Quio Binetti en el Centro Cultural Borges, en el que participan varios coreógrafos y bailarines, con sus miradas particulares sobre esta danza japonesa. Se puede entrar a su blog: www.nochesdebutoh.blogspot.com

Los domingos, por último, se presenta el reciente estreno, Agapí, de Daniel Vulliez, que intenta combinar danza contemporánea con Butoh y danzas javanesas y balinesas. A las 20.30 en el Centro Cultural de la Cooperación.